HOTEL HOWARD JOHNSON VILLA CARLOS PAZ (SEGUNDO PREMIO)UBICACIÓN: VILLA CARLOS PAZ, CÓRDOBA, ARGENTINA
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La propuesta de intervención de los espacios comunes tiene como propósito la relación de los aspectos formales preestablecidos en la cadena hotelera, con factores estéticos de lineamientos actuales, de gran impacto a nivel turístico en lo que respecta a las nuevas tendencias, y fisonomías que integran el concepto de sustentabilidad en el desarrollo hotelero, es decir, conciencia y racionalidad en elección de materiales.
De esta forma nos encontramos con una mixtura acorde y complementaria de elementos tradicionales y otros un tanto “modernos”, con matices locales; todos ellos sujetos a una nueva forma de pensar los espacios en relación con el medio particular que los rodea, y el medio ambiente en general.
Una idea basada en la traducción de un elemento formal desencadenante, tomando como base de diseño el cuadrado y su correspondiente cubo como generador de espacios y envolventes, figura que debido la complejidad de las estructuras presentes en el edificio (principalmente cubiertas), genera una simplicidad estética, que dialoga y no compite con la conformación existente.
Esto se presta a la manifestación de múltiples formas y diversas escalas en lo que respecta a los diferentes ambientes, e interpreta una unidad en el diseño de los espacios.
La lectura conjunta de los elementos como un todo, y la configuración de dicha figura de simplicidad formal, permite la integración de elementos naturales a la propuesta de conformación de los espacios, posibilitando una amplia relación y diálogo con el impactante medio ambiente natural en el que se encuentra emplazado el hotel (y que caracteriza a la ciudad de Carlos Paz).
Es así como, a través de la incorporación de la vegetación en el interior del edificio, se hace referencia a la forma en que la naturaleza se “integra” al espacio nuevo (edificado), y promueve una nueva lógica de interpretación de los espacios turísticos en medio ambientes con valores naturales.
La integración del “verde”, el empleo de la madera y otros materiales propios de la región y de los lineamientos de la cadena hotelera, la fuerte utilización de la luz para jerarquizar y dar calidad a los espacios, y la lectura uniforme de una misma conformación en todo el hotel, hacen de la propuesta de intervención, un proyecto interior de calidez espacial, conformación racional, fluidez visual e integración natural.
A nuestro juicio, el diseño de los espacios interiores de un desarrollo turístico hotelero correspondiente a una firma de gran importancia como es Howard Johnson, debe abarcar, entre otros temas, cuestiones referidas a la calidad estética y perceptual interior de los espacios, así también como una misma lectura de los distintos ambientes que haga referencia en todos ellos a la identificación de la cadena, y todo lo que eso significa.
En el ingreso al hotel nos encontramos con un impactante muro vegetal que permite jerarquizar el logo del Howard Johnson ubicado sobre el mismo. Este muro, que se muestra como “carta de presentación” del hotel hacia el cliente, genera un primer impacto que consideramos “familiar” para el visitante, por tratarse de una superficie cubierta de plantas que hace del ambiente principal, un ambiente descontracturado sujeto a las cualidades estéticas propias de los nuevos tiempos y tendencias, pero no por eso de menor calidad y/o formalidad. Además de lo mencionado, esta concepción permite adaptarse a las nuevas exigencias de potenciales clientes cada vez más conscientes con la preservación natural, el ahorro energético y las nuevas formas de integración natural de los espacios. Resulta importante destacar que además de las cualidades estéticas, la utilización del verde en los ambientes del hotel permite reducir los gastos de energía en la refrigeración de los mismos y mejorar la calidad del aire (al generar aire mas “limpio”, con menores cantidades de CO2).
En este ambiente nos encontramos también con una gran recepción en forma de “tira” que envuelve la zona administrativa del hotel, coronada por el muro antes mencionado. Enfrentados a la misma, y estructurado por el sistema circulatorio que une los diferentes espacios, se generan una serie de espacios de permanencia para los visitantes a modo de livings con sillones y mesas, dos de los cuales se apoyan sobre muros tratados a través del anteriormente mencionado cuadrado. Estos muros, uno de ellos propuesto para dividir en un grado mayor el sector de recepción y la zona destinada al bar, se realizan de madera y se destacan por la aplicación de una trama generada por cuadrados que sobresalen en distintas medidas, aportando una fluidez de interesante estética. La aplicación de los elementos en forma de cuadrados se realiza a modo de “degradado”, con mayores cantidades de los mismos en el sector del bar, y con menores en el hall de ingreso, permitiendo también, una integración del verde en la parte intermedia para la generación de un límite de permeabilidad visual entre los dos ambientes.
De esta forma, el sector bar se constituye mediante la premisa de continuidad de las características formales del hall, pero en mayor medida. Se genera así, un lugar especial que, mediante la utilización de una luminaria colgante en forma de cubos que parece levitar desde la cubierta, da a este sector de atractivo social una calidez espacial que promete hacer sentir al visitante como en su casa.
En el ingreso al hotel nos encontramos con un impactante muro vegetal que permite jerarquizar el logo del Howard Johnson ubicado sobre el mismo. Este muro, que se muestra como “carta de presentación” del hotel hacia el cliente, genera un primer impacto que consideramos “familiar” para el visitante, por tratarse de una superficie cubierta de plantas que hace del ambiente principal, un ambiente descontracturado sujeto a las cualidades estéticas propias de los nuevos tiempos y tendencias, pero no por eso de menor calidad y/o formalidad. Además de lo mencionado, esta concepción permite adaptarse a las nuevas exigencias de potenciales clientes cada vez más conscientes con la preservación natural, el ahorro energético y las nuevas formas de integración natural de los espacios. Resulta importante destacar que además de las cualidades estéticas, la utilización del verde en los ambientes del hotel permite reducir los gastos de energía en la refrigeración de los mismos y mejorar la calidad del aire (al generar aire mas “limpio”, con menores cantidades de CO2).
En este ambiente nos encontramos también con una gran recepción en forma de “tira” que envuelve la zona administrativa del hotel, coronada por el muro antes mencionado. Enfrentados a la misma, y estructurado por el sistema circulatorio que une los diferentes espacios, se generan una serie de espacios de permanencia para los visitantes a modo de livings con sillones y mesas, dos de los cuales se apoyan sobre muros tratados a través del anteriormente mencionado cuadrado. Estos muros, uno de ellos propuesto para dividir en un grado mayor el sector de recepción y la zona destinada al bar, se realizan de madera y se destacan por la aplicación de una trama generada por cuadrados que sobresalen en distintas medidas, aportando una fluidez de interesante estética. La aplicación de los elementos en forma de cuadrados se realiza a modo de “degradado”, con mayores cantidades de los mismos en el sector del bar, y con menores en el hall de ingreso, permitiendo también, una integración del verde en la parte intermedia para la generación de un límite de permeabilidad visual entre los dos ambientes.
De esta forma, el sector bar se constituye mediante la premisa de continuidad de las características formales del hall, pero en mayor medida. Se genera así, un lugar especial que, mediante la utilización de una luminaria colgante en forma de cubos que parece levitar desde la cubierta, da a este sector de atractivo social una calidez espacial que promete hacer sentir al visitante como en su casa.
Otro de los ambientes que consideramos de suma importancia para el hotel, inclusive de igual significación que la recepción, es el foyer de la sala de conferencias, debido a que el mismo es el encargado de recibir a aquellos visitantes que concurren al hotel con objetivos que exceden lo referido al alojamiento, y que normalmente son igual o más exigentes que los turistas.
Este espacio, debido a constituirse como el paso anterior al sector de mayor relevancia espacial del hotel (por sus dimensiones y funciones), debe conformarse como una primera idea de lo que sucede dentro de las salas, y es por esto que la estética debe responder a lo mismo. Mediante la utilización del mismo elemento estructurante que en los espacios antes mencionados, el cuadrado, se recubre la pared lateral que da al ingreso. El módulo utilizado, por su pertenencia a un espacio de mayores dimensiones, es de mayor escala. Esto se aprovecha para la superposición de los diferentes planos y la generación de un efecto lumínico en las juntas de los mismos, que da un aspecto muy interesante con un recurso relativamente simple.
Por último, nos encontramos con el área de mayores dimensiones del complejo, el salón de eventos o sala de exposiciones, cuya importancia merece un adecuado tratamiento de las envolventes que respondan a las funciones que aquí se desarrollan. De esta manera, las paredes interiores se conforman a través de la aplicación de los mismos módulos implementados en el foyer en sus caras menores, y en las de mayor tamaño por una serie de “tiras” ya aplicadas en otras partes del proyecto (como cubierta de la barra del bar). Las “tiras”, que parecen “meterse” por el cielorraso, se separan algunos centímetros de la pared para permitir la aplicación de luces (tiras led) que dan un efecto “garganta” hacia los laterales de la misma. Los espacios ubicados entre “tira” y “tira” se proyectan con telones color oscuro que le confieren mayor calidad a las salas. Por último, el cielorraso se configura a través de placas de madera microperforadas que mejoren las condiciones acústicas de la sala.
El íntegro desarrollo de la propuesta se ideó teniendo en cuenta distintas normas de desarrollo sustentable de certificación a nivel mundial, como las normas LEED (Leadership in Energy and Environmental Design o Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental en español), mediante las cuales se evalúa las características sostenibles de los edificios a través de pautas de diseño objetivas y parámetros cuantificables, que mide entre otras cosas el uso eficiente de la energía, la correcta utilización de materiales, el manejo de desechos en la construcción y la calidad del ambiente interior en los espacios habitables.
Este espacio, debido a constituirse como el paso anterior al sector de mayor relevancia espacial del hotel (por sus dimensiones y funciones), debe conformarse como una primera idea de lo que sucede dentro de las salas, y es por esto que la estética debe responder a lo mismo. Mediante la utilización del mismo elemento estructurante que en los espacios antes mencionados, el cuadrado, se recubre la pared lateral que da al ingreso. El módulo utilizado, por su pertenencia a un espacio de mayores dimensiones, es de mayor escala. Esto se aprovecha para la superposición de los diferentes planos y la generación de un efecto lumínico en las juntas de los mismos, que da un aspecto muy interesante con un recurso relativamente simple.
Por último, nos encontramos con el área de mayores dimensiones del complejo, el salón de eventos o sala de exposiciones, cuya importancia merece un adecuado tratamiento de las envolventes que respondan a las funciones que aquí se desarrollan. De esta manera, las paredes interiores se conforman a través de la aplicación de los mismos módulos implementados en el foyer en sus caras menores, y en las de mayor tamaño por una serie de “tiras” ya aplicadas en otras partes del proyecto (como cubierta de la barra del bar). Las “tiras”, que parecen “meterse” por el cielorraso, se separan algunos centímetros de la pared para permitir la aplicación de luces (tiras led) que dan un efecto “garganta” hacia los laterales de la misma. Los espacios ubicados entre “tira” y “tira” se proyectan con telones color oscuro que le confieren mayor calidad a las salas. Por último, el cielorraso se configura a través de placas de madera microperforadas que mejoren las condiciones acústicas de la sala.
El íntegro desarrollo de la propuesta se ideó teniendo en cuenta distintas normas de desarrollo sustentable de certificación a nivel mundial, como las normas LEED (Leadership in Energy and Environmental Design o Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental en español), mediante las cuales se evalúa las características sostenibles de los edificios a través de pautas de diseño objetivas y parámetros cuantificables, que mide entre otras cosas el uso eficiente de la energía, la correcta utilización de materiales, el manejo de desechos en la construcción y la calidad del ambiente interior en los espacios habitables.